Alrededores de la plaza

No tardamos mucho en llegar puesto que esta vez el destino era Obaah, no una casa de campo de sus exteriores. En cuando llegamos había bastante multitud paseándose alegremente por las calles, más por la plaza que es donde se celebraba la fiesta. Por su alrededor y calles que se cruzaban con la plaza había un montón de pequeñas paradas donde los vendedores gritaban a todo ser o criatura que les pasase por delante, intentando vender sus productos a precios "baratos".

La verdad es que a mi me parecía mas un concurso de "A ver quien grita más", que no por chillar hasta dejar sorda a tu victima le vas a convencer. No me gustaba la multitud, pero si era cosa de trabajo tenía que morderme la lengua y hacer mi trabajo, total, no estaría toda el día aquí, solo era vigilar a un par de personas.

- ... ¿Como se llamaban? - Le pregunte a mi compañero

Tirelios se quedó mirando toda la gente que les rodeaba sin cesar, en una tromba de gente que no se podía ver más que en pocas ocasiones. Alrededor de la plaza se podía ver pequeños grupos de guardias que vigilaban la muchedumbre, y el mago se preguntó para qué necesitarían a dos hechiceros...

Concentrado en encontrar un camino a través de la marea humana, Tirelios casi pasó por alto la pregunta de Orion - Eh? Ah, es cierto - Sacó el papel de su bolsillo y lo desplegó ante sus ojos. - Mmm... Silver y Jhoon. - Miró a los tenderos de su alrededor y a la gente que paseaba por la plaza. - Deberíamos averiguar dónde viven esos dos. Será mejor que les tengamos a la vista antes de que empiecen las celebraciones... - Vio a un guardia de la ciudad y, haciendo una seña a Orion, se acercó hacia él - ¡Eh, disculpe!

Acompañe a Tirelios hasta que se planto delante de un guardia de la ciudad. Nos miro con mirada furtiva, seguramente ellos también estaban informados de un posible acto de rebeldía en la plaza.

- ¿Que queréis? - Pregunto observándonos de arriba a abajo - Oh... Una académica... Siento mis modales... - Hizo una ligera reverencia en modo de disculpa - ... ¿Necesitáis información de algo? - Ahora mas amable

Tirelios asintió con la cabeza, y señaló el papel que llevaba en las manos - Nos envia la Academia. Buscamos a dos personas, se llamaban... - hizo memoria de los nombres - Silver y Jhoon. Deberían estar en esta ciudad. Parece que han causado algun problema otras veces. Necesitamos saber si hay algun lugar donde se alojen habitualmente, o donde podamos encontrarles.

- ¿Silver y Jhoon? - Se pregunto el soldado - Si, son trabajadores, pero algo... "Extraños"... Siempre atentos por si alguien los escucha y recelosos con sus cosas... No se puede tener una conversación con ellos sin que salten con un: "¿¡A que viene tanta pregunta!?" - Suspiro - Suelen pasearse por la plaza, pero últimamente no los he visto por aquí...

- Maldita sea... - Tirelios murmuró para sí - Bueno, gracias de todas maneras. Si los veis, avisadnos lo más pronto posible. - Se giró hacia el centro de la plaza y, mirando a su alrededor, empezó a andar sin un rumbo en concreto con Orion siguiéndole. Mientras vigilaba a la muchedumbre le dijo - Si esos dos han estado fuera del radar ultimamente, significa que podrian ya estar preparando algo. Será mejor que busquemos por aquí. - Con el dedo señaló hacia un lado de la plaza, de donde salían algunas callejuelas - Vigila ese lado, yo me ocuparé de este de aquí. Si ves algo, avísame, ok?

El soldado afirmo con un gesto con la mano y luego Tirelios se fue al centro de la plaza, le seguí puesto que no sabía muy bien que pretendía. Luego se paro y pareció pensativo.

- Si esos dos han estado fuera del radar últimamente, significa que podrían ya estar preparando algo. Será mejor que busquemos por aquí...

Me señalo la entrada de una de las calles y afirme con un gesto de ligera reverencia. Él se fue para un lado y yo para el otro. A pesar de ser una de las calles más estrechas y más incomodas a la hora de pasar, estaba llena de gente, harta de tanta tontería me subí a unas cajas y luego acabe de alzarme hasta estar por los tejados. El aire fresco del mar toco mi cara y yo desde aquella altura podía observar la muchedumbre sin perder detalla y sin ser impulsada constantemente.

- ...

Seguí avanzando, sin perder atención. El problema es que muchas personas parecían sospechosas y no tenía ni idea de que aspecto tenían Silver y Jhoon.

El joven mago se perdió entre la multitud, y fue rodeando la plaza caminando lentamente y con los ojos vigilantes. Como que no tengo otras cosas que hacer que mezclarme en medio de una muchedumbre apestosa. Tirelios apartó sin muchos miramentos a un chaval que se le puso delante, que se giró enfadado pero calló al ver el uniforme académico. En serio, me da igual que salga un dragón rojo, pensó mientras giraba por una calle que le devolvía a la plaza, pero que salgan ya esos dos.

Al volver hacia el núcleo del festival pasó por delante de un puesto de comida típica. Aunque su tacañería jamás le hubiera permitido gastar su dinero en semejante insignificancia, se permitió quedarse un rato admirando el manjar desde la distancia, con su estómago protestando en silencio.

De pronto una suave aroma inundo el olfato del joven mago, era un olor muy apetecible e indudablemente era una fragancia que saciaría el estomago de Tirelios.
El joven mago miro a un lado y a otro, buscando la procedencia de ese olor, pero al ser de naturaleza desconfiaba no sabia si seguir el perfume o quedarse a donde estaba.

Orion seguía paseándose por los tejados de las casa hasta que dio con algo curioso, un grupo, de no más de tres personas (además bajitas), iba encapuchado y susurrándose cosas entre ellos. Eso era más que un motivo de sospecha, pero la chica debía buscar a dos personas, no a un grupo de tres enanos encapuchados. La joven se quedo en la esquina de un tejado, observando el curioso comportamiento y con una duda.

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Opciones Tirelios:

a) Seguir la olor
b) Ignorar tu estomago y buscar a tus sujetos

Opciones Orion:

a) Seguir a los hombres pequeños y encapuchados
b) Te atiendes a las ordenes y buscas a dos personas.

Una suave y deliciosa olor llegó a la nariz de Tirelios, que se detuvo sorprendido. Aunque había multitud de puestos y tiendas con comida en la plaza y a su alrededor, ese olor tenia un toque distinto, que lo resaltaba por encima de los demás. El hechicero, sorprendido por esa cálida sensación, miró a su alrededor buscando su procedencia, y caminó un poco por los alrededores buscando su origen, pero no podía encontrarlo. Tirelios pensó que quizás estaría en una de las calles colindantes con la plaza, y dio un pequeño rodeo por ellas, con los ojos y la nariz alerta. Pensó en el trabajo que tenian pendiente, pero se encongió de hombros para sí mismo. Mientras no me aleje mucho de la plaza no habrá problema. Tampoco irán a aparecer justo en este momento, verdad? Echó una suspiciosa mirada a su alrededor. Si quieren hacer alguna maldad, también podrian estar por aquí perfectamente...


FDI: opcion a) Seguir la olor

A pesar de que tenia que seguir las ordenes una extraña sensación me anunció que tal vez sacaría algo interesante de aquellos hombrecillos, seguí en el tejado y los "acompañe" a su destino. A veces los perdía de vista, puesto que al ser tan bajitos se confundían facilmente con la muchedumbre, pero enseguida agudizaba mis sentidos y los localizaba de nuevo.

En mas de una ocasión tuve que correr porque los vi lejos de mi sitio.

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FDI:

a) Sigo a los encapuchados

Tirelios

El muchacho siguió avanzando hasta dar con la procedencia del olor, una muchacha muy guapa preparaba aquella comida extraña que nunca había visto y al ver la curiosidad del mago la chica sonrió.

- ¿Quiere probar? - Pregunto, tenía una voz dulce- Es una receta de mis tierras, las tierras de Himmred. ¡Venga! ¡Al primero invito yo!

Ofreció la joven vendedora. Saco un plato de metal y puso en él una carne con olor y color peculiar. Sin duda era la olor que le había llamado la atención.

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Opciones:

a) ¡Es gratis! Voy a probar...
b) ¿¡Pretendes envenenarme!?


Orion

Orion siguió a los hombres bajitos y estos la llevaron directamente a una taberna de dudoso servicio. La muchacha al principio se quedo a fuera, encima del tejado, pero llego a la conclusión de que, quedándose allí no conseguiría nada.
Bajo por una de las esquinas hasta llegar a suelo firme, y luego de esquivar a un par de personas se planto delante de la taberna, indecisa por lo que estaba a punto de hacer.

¿Debía seguirlos y llegar hasta el final? O por otro lado, ¿Debía olvidarse de ellos y volver a concentrarse a su misión principal?

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Opciones:

a) ¡Voy a entrar!
b) Eso es una tontería, seguiré buscando...

Tirelios, sorprendido de su hallazgo, se quedó contemplando a la bellísima muchacha mientras esa preparaba una comida que parecía muy apetitosa. Por un momento, casi olvidó la razón por la que se encontraba en la ciudad. Salió de su ensueño cuando la chica se dirigió a él con una voz encantadora.

- ¿Quiere probar? Es una receta de mis tierras, las tierras de Himmred. ¡Venga! ¡Al primero invito yo!

El rostro de la muchacha era angelical, y Tirelios notó cómo su cara se enrojecía al ver la dulce sonrisa de la joven. Se esforzó por mantener una expresión neutral, sin demasiado éxito.

- Bueno, supongo que no me matará probarlo...

Tomó con cuidado un trocito de la carne del plato que la muchacha le alargó, y se lo metió en la boca, saboreándolo despacio...

FDI: a) ¡Es gratis! Voy a probar...

Cogí aire y entré a aquella taberna. El choque de olores fue algo que me dejo un poco atontada al principio. Luego, al recuperarme mire por mis alrededores a ver si encontraba a los encapuchados, pero, a pesar de que el exterior no aparentaba ser un buen local, estaba muy lleno y no logré concretar nada.

Me acerque a la barra y me apoyé en ella, enseguida me aparte puesto que estaba pringosa y no me gusto nada el tacto. Mientras seguía mirando me percate que no era un local normal y corriente, aquí dentro tal vez no había las personas con más buena reputación del lugar.
Pedí la bebida de la casa, porque seguramente me mirarían mal si pedía algo raro. Esperé a que llegase el dueño y le pregunte.

- ¿Ha visto a unos señores bajitos con capuchas negras?

Di un sorbo a mi bebida, aunque en un principio no sabía que era. Mal hecho. Por poco me lleve la mano a la boca con síntomas de querer vomitar, por suerte aguante, pero el dueño levanto la ceja extrañado.

- ... Debería especificar más... Aquí uno ve tantas cosas... - Se apoyo en la barra, sin importarle lo pringosa que estaba - ... Se ha puesto pálida señorita... ¿No es de su gusto la bebida?

- ... No es eso... - Aguanté tan bien como podía mi voz - ... Es que nunca la había probado tan buena... Me... Me ha impresionado...

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FDI:

Elijo la A

Tirelios:

La chica sonrió satisfecha al ver que el chico probaba su comida. Después de que Tirelios la saborease le volvió a alargar el plato.

- Si le ha gustado puede acabar de terminarlo... - Dijo feliz - ¡Ya he dicho que al primero invito yo!

Tirelios, que le gusto el sabor de la carne, volvió a coger un trozo y de nuevo se lo metió en la boca. Poco a poco se lo fue terminando y poco a poco noto que todo se volvía más borroso y le fallaban las fuerzas. La chica le miro extrañada.

- ¿Le ocurre algo? - Se puso la mano a la boca, angustiada - ... ¿Se encuentra bien?

Finalmente el joven mago se derrumbo completamente dormido. Lo último que oyó fue la misma vendedora que chillaba para que la ayudasen.
Tirelios no supo cuanto tiempo paso desde que estaba inconsciente, pero cuando se levanto estaba en una especie de calabozo húmedo y oscuro. ¿Quien le había traído allí? Y sobretodo... ¿Porque a él?

Observo el sitio donde estaba y se acerco a la puerta. Seguramente estaría cerrada...

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Opciones:

a) Comprobar que esta cerrada
b) ¿¡Hay alguien aquí!?



Orion:

El local era sucio y mal llevado, llena de gente extraña e incluso de lenguas extrañas. Aunque Orion intento sonsacar información del jefe del local, no consiguió agua clara del asunto y menos de aquella bebida que al final, y para no levantar sospechas, tuvo que terminarse.

Entonces un poco a lo lejos vio una puerta algo disimulada por cortinas marrones y sucias. La muchacha se acerco y observando que no la vigilasen apartó un poco aquella tela. ¿Estarían allí? Miro de nuevo hacía atrás, el dueño estaba ocupado animando una pelea que se produjo recientemente. Era su oportunidad.

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Opciones:

a) ¡Es mi oportunidad!
b) Mejor me largo... Nada de aquí pinta muy normal...

Tirelios recuperó la consciencia lentamente, emergiendo de la negrura que rodeaba a sus pensamientos para descubrirse en un extraño y desagradable calabozo. Era una pequeña habitacion de paredes de piedra, bastante oscuro y incómodamente húmedo. A medida que recuperaba sus facultades se incorporó e intentó recordar cómo había acabado en ese lugar, pues no recordaba nada... después de pasar algunos minutos despejando su mente flashes de pensamientos pasaron por su cabeza, y recordó la misión que Orion y él estaban llevando a cabo, la muchacha, la sabrosa carne, y luego...

El mago golpeó con furia el puño contra la pared, que sonó con un ruido seco. Eso te pasa por estúpido. Te dejaste engañar por unas golosinas y unos bonitos pechos. Su subconsciente le hablaba con voz burlona, reprendiéndole por su ineptitud. Esto te servirá de lección.

Se examinó las extremidades, hizo un par de estiramientos, y sacudió un poco la cabeza para comprobar su estado. Luego miró a su lado, donde tenia su escudo y sus pocas posesiones tiradas. Por lo menos parece que no me falta nada. Ahora tocaba decidir qué debía hacer. - Lo primero es salir de aquí - murmuró para sí. Pensó en Orion, y se preguntó si también habría caído presa de aquellos dos criminales. Tenía que encontrarla, y rápido.

Miró a su alrededor, ya completamente despierto, y fijó su vista en la recia puerta que cerraba la sala. La oscuridad se rompió cuando un halo de luz azulada empezó a emanar de su mano, y el aire crepitó de electricidad estática mientras Tirelios cargaba su extremidad con todo el poder que pudo reunir. Tenía cosas que hacer y gente a la que devolver cuentas, y no iba a permitir que una simple plancha de madera se interpusiera en su camino.

FDI: a) "Comprobar" que está cerrada

Sin dudarlo demasiado me adentré a aquella nueva posibilidad que me ofrecían. Miré por ultima vez aquella muchedumbre que decidió liarse a ostias para llegaría a un acuerdo.
Cuando entré cerré la puerta tras mi y paré atención con los ruidos. Cuando me asegure de que no había nada ni nadie en aquel pasillo suspire algo aliviada y pensé si a Tirelios le iría mejor.

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FDI:

Elijo la A; Entrar a dentro.

Tirelios

Aunque probó de abrirla mágicamente no obtuvo ningún resultado gratificante. Miro a su alrededor, aun enfadado por su despiste.

- Je... Al menos tendré compañía... - Se oyó una voz. Tirelios miro al hombre de voz afable, tenia el cabello largo y de color dorado - ... Me llamo Jhoon... - Suspiro - ... Siento que mi compañero te haya hecho eso... - Él hombre también estaba encarcelado - Oye... Parece que nos estabas buscando, ¿No?... ¿Porque no nos aliamos y salimos de aquí juntos?

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Opciones:

a) ¡Un momento! (Informarse mejor)
b) Si... Venga, tengo asuntos que atender con tu compañero...



Orion

Orion se encontró ante sí un larguísimo pasillo con muchas puertas alrededor. La chica avanzó y comprobó algunas puertas, cuidadosamente para no ser descubierta. Pero algo le llamó más la atención. Voces. ¿De aquel trío de enanos?
Se acerco y apoyo su cabeza en la puerta de donde provenía la conversación.

- ... Y Jhoon se ha echado atrás... - Era una voz seca y oscura

- ¡Vaya!¡Pero has hecho bien de encerarlo! - Al contrario de la primera voz esta era estridente y graciosa - ... Y has dicho que había gente que os buscaba, ¿No?

- Si... Según nuestro informador... Dos personas... Un chico y una chica que pertenecen a la Academia...

- ¡Hicimos bien de sobornar a aquel guardia! - También era una voz estridente, pero no era la misma de antes. Algunos rieron.

De pronto la muchacha vio que alguien salia de la puerta de donde escuchaba. Miro atrás, había otra habitación donde se podría esconder, pero tal vez estaba cerrada, miro a sus lados, también había un jarrón bastante grande donde se podía agachar disimuladamente... Pero tal vez era demasiado arriesgado.
Con un movimiento reflejo cogió el mango de la puerta con ambas manos. Si abría haría presión para que no pudiera salir...
Con un poco de sudor volvió a mirar a su alrededor.

- ¡Vaya! ¡La puerta se ha atascado! - Haciendo más fuerza

Solo tenía dos opciones... ¿Cual elegiría?

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Opciones:

a) La habitación de detrás
b) Camuflarse con el jarrón

El joven mago miró con expresión frustada la irrisoria mancha oscura que su rayo había dejado sobre la puerta. Esperaba que con la descarga conseguiría tumbarla, pero obviamente la puerta tenia otros planes. O estoy más cansado de lo que creía, pensó, o esta puerta está especialmente reforzada... Bajó la vista hacia su mano, que aún crepitaba lentamente. Probablemente sean las dos cosas.

- Je... Al menos tendré compañía... - Se oyó una voz.

Tirelios se giró reflejamente, y vio a una figura envuelta en una oscura manta que había escapado a sus ojos, que se incorporaba en un rincon de la celda. El ser que vio era un humano (la voz era de un hombre), con unos bellos cabellos largos y dorados. El hombre habló - ... Me llamo Jhoon... Siento que mi compañero te haya hecho eso... Oye... Parece que nos estabas buscando, ¿No?... ¿Porque no nos aliamos y salimos de aquí juntos?

El mago, que reconoció el nombre, intentó ocultar su sorpresa y le espetó una seca respuesta - Me tomas por idiota, no? No habeis tenido suficiente con drogarme? - Más mientras decia esas palabras pensó en lo sin sentido que sería otra trampa a estas alturas. Si querían hacer algo malo, lo único que tenían que hacer era dejarle ahí... Sabía que en combate probablemente podría hacer pedazos a cualquiera de los dos canallas. Algo más compuesto volvió a mirar a Jhoon. - Pues si, os estábamos buscando. Y ya he encontrado a uno de vosotros - Echó un vistazo hacia la puerta, y luego le volvió a mirar, con una voz altisonante y oficial - Más te vale que empieces a hablar si no quieres pasar una buena temporada en otra celda. Qué está pasando exactamente aquí, y dónde se esconde tu amigo Silver?


FDI: a) ¡Un momento! (Informarse mejor)

No tuve demasiado tiempo para pensar, pero la mejor opción sin duda era esconderse detrás del jarrón. No podía asegurarme de que la puerta estuviera abierta. "Uno, dos... ¡Tres!" Pensé, y con un rapidísimo movimiento me eche al suelo y rodé silenciosamente detrás del jarrón.
Estampe todo lo que pude a mi cuerpo en el suelo, y contra la pared, para que el enano (supongo) tuviera más puntos muertos en vista y así yo salir bien parada de aquella situación.

La puerta se abrió para dar paso a mi posible descubridor.

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FDI:

Elijo B

Tirelios

- Pues... - Suspiro el hombre - Conocimos a unos hombres muy bajitos que nos prometieron mucho dinero a cambio de hacer ir mal el festival... - Explicó - Al principio pensé que sería simplemente asustar a la gente o algo similar... Pero a medida que nos pasaban la información me di cuenta de que era algo peor... ¡Nos estaban ordenando que colocásemos bombas!... Evidentemente yo me negué a seguir adelante... Pero mi compañero... Silver... No... Y me dejaron inconsciente y me retienen aquí... - Miro al muchacho - ... Por eso quiero salir... Quiero detener a mi compañero... Se que a veces hemos hecho cosas no muy bien vistas... Pero no somos malos...

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Opciones:

a) Bien, quedo convencido... ¡Salgamos de aquí!
b) No me fió de ti, pero si puedo salir de aquí con tu ayuda. Hecho.



Orion

- ¡Ya 'sta! - Chillo el hombre bajito - Ya se abre... Es que estas instalaciones...

Despistado como iba y seguro de que fue la puerta que retuvo su salida salió de la habitación silbando. Orion estaba muy nerviosa en aquel rincón.
Cuando uno salió salieron los otros dos, hablando animadamente sobre sus planes. Orion estaba tan concentrada en fingir que era un objeto que ni se percato de lo que hablaban.

Cuando desaparecieron por las escaleras la muchacha respiro más aliviada.

- Yo no respiraría con tanta tranquilidad, jovenzuela... - El último miembro de dentro de aquella habitación había salido. A la Syndriana se le detuvo el corazón - ... Ellos son idiotas, yo no... Sal de ahí...

Orion no estaba convencida de que el hombre fuera de fiar, pero si ya sabía de su escondite era mejor dar la cara... Pero... ¿Como?

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Opciones:

a) Dar la cara y... ¡Atacar!
b) Dar la cara y... Ponerse a la defensiva

Citación :

Color letra de Jhoon -> gold
Color letra de Silver -> silver

Unos hombres bajitos, eh... - En otra situación, Tirelios habría despreciado tales excusas vinientes de un personaje como Jhool, pero en aquella situación no podía permitirse eso. Dirigió una atenta mirada al hombre, examinando su expresión, su gesto. Tenía una cierta apariencia pícara, pero no parecía el tipo de persona que mataría por dinero... Al menos, no por una suma modesta. - Jeh... - dijo con una sonrisa irónica - ...sabes qué? Voy a creerte. Ya tengo suficientes cosas de que preocuparme como para hacer de juez. - Se giró hacia la recia madera que les cerraba el paso - Sabes como abrir esta puerta?

FDI: a) Bien, quedo convencido... ¡Salgamos de aqui!

- Yo no respiraría con tanta tranquilidad, jovenzuela... - Mi corazón se paró al oír la voz del hombre - ... Ellos son idiotas, yo no... Sal de ahí...

Tenía dos posibilidades, pero de las dos una era la más arriesgada. Salí de mi escondite y mire fijamente a los ojos de mi descubridor. Nuestras miradas se cruzaron, las dos llenas de determinación, y al menos la mía, sin intención de mostrarse hostil.

- Nunca subestimo a las personas

Preferí no atacar, era lo peor, porque inmediatamente me enviaría a sus secuaces o clientes o lo que fueran aquellas personas bajitas.

- ... Ya he salido... ¿Que pretendes?

- - - - -
FDI:

Elijo la b

Tirelios

- Ven... - Le cogió del brazo - Ahora intenta hacer lo mismo que antes...

Tirelios, no muy convencido, hizo exactamente lo mismo que la primera vez. Pensó que era una tontería, pero pronto descubriría de que no era ninguna broma. Sus poderes se multiplicaron y de esta forma cedió la herradura de la celda.

- Ahora sácame a mi también, soy el único que se donde esta Silver...

Tirelios obedeció y haciendo el mismo procedimiento abrió la prisión de Jhoon. El chico salio con una sonrisa en la cara.

- Muchas gracias... ¡Vamos! - Salieron corriendo de allí.

Jhoon parecía saber muy bien a donde iba, y finalmente llevó al joven mago a una taberna de aspecto muy descuidado. Cuando entraron se podía observar que no hacía demasiado, había habido una pelea en aquel local. Sin saludar a nadie y vigilando de que nadie lo reconociera lo condujo a una puerta que estaba oculta detrás de una cortina.

- Silver... Seguro que está aquí... - Entró sin dudar

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Opciones:

a) ¿Será una trampa?
b) ¡A por Silver!

- - -

Orion

- Jeje... ¿Que pretendo? Acabar el trabajo que me han encomendado... - Dijo con voz seca - ... Tan simple como eso...

Negó con la cabeza. Y sacó su katana, la apunto con el arma.

- ... Creo que tu y yo tenemos que hablar... En privado... Y no quiero que ofrezcas resistencia...

- - - - -
Opciones:

a) Obedecer
b) Atacar

- Bien, pues ha llegado la hora.

Siguiendo a Jhoon pasó sin dudar por la puerta, atento a lo que fuera a encontrar. Había tardado demasiado tiempo.

FDI: ¡A por Silver!