Habitación 666

fizban paso un dedo por la cerradura de la puerta mientras murmuraba unas palabras, la puerta gimió y se abrió hacia el interior.

- Por fin en casa...

La habitación era un caos de libros, papiros y pergaminos tirados y colocados por doquier y algunas manchas de quemaduras en las paredes, fizban arrojo el negro libro sobre una montaña desastrada de pergaminos y tras apartar unos viejos libros de su cama se tumbo en ella.

- tendremos que examinar nuestro nueva adquisición.

fizban hizo un gesto con la mano en dirección a la puerta y esta se cerro automáticamente al ser liberada de la magia que la retenía, se recostó en la cama durante unos minutos observando al techo y pasado el tiempo se levanto, recogió el libro de la pila desordenada y se dirigió hacia una silla vieja y carcomida. Aparto unos libros de encima de la mesa que estaba delante de la silla y coloco el negro volumen en ella, tras sentarse en al silla acercarla a la mesa abrió el libro y empezó a estudiar sus caracteres con sumo interés.

- Menos lectura y más atención a la informadora que hace rato que esta en tu habitación...

Seira se encontraba apoyada en la pared de uno de los rincones oscuros de la habitación del mago. Como siempre llevaba un traje ajustado que dejaba ver el esplendor de sus curvas y sus pechos.

- ¿Que habéis estado haciendo? - Paso el dedo por una superficie plana y al verlo lleno de polvo hizo una mueca de asco- Espero que contratando a una señora de la limpieza... - Se sentó tranquilamente en la cama y cruzo las piernas, miro arriba.

- Lo de siempre, matando esqueletos, asesinando perros zombi...

fizban no había siquiera levantado la mirada, no conocía aquella voz pero le daba igual, tras escribir un par de anotaciones en un papel lleno de garabatos giro la silla para contemplar a la ''recién'' llegada.

- mmm...

fizban se quedo observando la figura un buen rato deleitandose con cada una de sus marcadas curvas y sus grandes y apretados pechos.

- Jamas dejo que nadie toque mis libros.

arrugo una pelota de papel y la lanzo contra una mano de la mujer que estaba apoyada sobre un libro de aspecto ruinoso.

- Y tu no seras una excepción, seas quien seas

fizban se rasco la barbilla donde tenia la barba que no se afeitaba desde hace unos días, desde luego era poderosa, haber entrado en su habitación que estaba protegida por sus hechizos y el no haber detectado su presencia al entrar decia mucho de la persona que tenia delante.

- a todo esto, quien eres y qeu quieres?

Seira atrapo al vuelo el papel y lo lanzo a la chimenea apagada. Notó como Fizban le miraba atentamente y ella se dejo hacer.

- A todo eso... ¿Quien eres y que quieres?

La chica, aunque joven miro al mago con un aire de frialdad y seriedad. Se levanto de aquella cama y se planto delante de él en una pose muy dominante y hostil.

- Háblame con más respeto mequetrefe... - Le señaló - Vengo a proponerte una misión, pero tal vez tu lengua hará que pierdas esta oportunidad... - Empujo la frente de Fizban con el dedo indice - Seira es mi nombre, con eso tienes más que suficiente como para no hablarme con ese tono...

- tu palabra ria de mujer dominante conmigo no te servirá

fizban se volvió hacia el libro y tras mirarlo un momento volvió a anotar una frase y volvió a girarse.

- Haber, dime por que has irrumpido en mis aposentos, si te has tomado la molestia de venir hasta aquí no creo que quieras irte con las manos vacías, seira

ignorandola durante un momento fizban se levanto y recupero el la pelota de papel de la chimenea, la abrio la examino y sonriendo se la guardo en el bolsillo.

- Siempre hay otros dispuestos a ayudarme... - Dijo con un tono presumido - ... Pero en fin...

Saco una libreta y repaso la lista que tenía, antes de que el mago pudiera curiosear la cerro secamente y sonrió satisfecha y con algo de burla.

- Tengo algo esplendido para ti...

Cogió un papel de la mesa y la pluma y apunto un par de frases. Luego arrugo el papel y lo tiró en medio de un montón más, lo mezclo bien mezclado y se fue. A Fizban le costaría encontrar el papel, además para que no lo buscara mágicamente le hizo algún conjuro para que se viera obligado a buscarlo manualmente.

fizban suspiro y observo el bonito culo mientras se marchaba, cojio el monton de papelitos y lo extendio sobre la mesa.

- creo que si que seria buena idea arreglar un poco este desastre.

fizban empezo a desdoblar los papelitos uno a uno y a tirarlos al suelo.

- poción de petrificante...

- como hacer crecer la...

-el hábitat de las musarañas...

tras un rato tirando papelitos encontró el que buscaba, recogió los que le quedaban y los tiro con los otros, aseguro el papel en su mano izquierda y con la derecha prendió los papeles.

- ala desorden arreglado.

fizban se sentó en la cama y extinguió las llamas, seguidamente abrió la mano izquierda y sustrajo el papelito de seira.

- mmm...

fizban arrugo al hoja y se la guardo en el bolsillo.

- pues a alyys se ha dicho...

fizban cojio la hoja en la que habia escrito hace poco y se la metio en el bolsillo, salio de su habitacion y se dirigio ahcia las caballerizas

la puerta de la habitacion se abrio de golpe cuando fizban entro en ella, casi al instante se dejo caer sobre la mullida cama.

- aaah, mi amor cuanto tiempo a pasad desde la ultima vez que estuvimos juntos.

fizban se acurruco en la cama y atuso la almohada dispuesto a darse una pekeña siesta, despues ya buscaria a esa ''jefa''.

- Oh... Gracias... - Dijo Seira apoyada en la pared - No sabia que me querías tanto como para confesarme tu "amor"... Y no ha pasado tanto tiempo cariñin... - Se sentó en la cama y le dio una bofetada en el trasero - ¡Mueve el culo holgazán!

Se levanto y con un movimiento de mano alzó mágicamente a Fizban y lo coloco en la silla.

- ¡Informe de la misión y rápido que tengo faena! - Se cruzo de brazos con cara muy seria

fizban apoyo la cabeza sobre la silla durmiendo y empezó a hablar

- una niña hija de puta me engaño, robo el colgante me patee un oasis salvado a la madre de la muerte y descubriendo que el chico no era alcohólico volé a un isla de mierda...

fizban produjo un sonoro ronquido.

- después la rapte y volví a la casa la niña japuta y el chico eran hermanos, me dio 100 myys y un barrilete de vino, un poco agrio pero esta decente.

fizban abrió un ojo y observo la habitación posando su mirada sobre seira.

- ya he completado la misión pesada, déjame dormir ya te are el informe luego -.-

- No. - Corto la chica - ... Así que 100 Myys y un barril de vino, ¿Eh?... - Le puso la mano delante - Pues ala, dámelos...

mmm el barril esta vacio, se... se me agujereo en el viaje de vuelta

fizban saco de su tunica una bolsa tintineante y se la lanzo ha seira.

- y ahora dejame dormir-fizban se levanto y se tiro sobre la cama aterrizando justo al lado de seira haciendo qeu botase sobre la cama.

- ... - Seira fue al escritorio y empezo a toquetearlo todo, luego cogió el libro negro y 200 Myys más - ¡Venga! - Dijo con una sonrisa - ¡Nos vemos borrachin! - Se dispuso a irse de la habitacion

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Recompensa:

Fizban -> 15 exp; -200Myys; Perdida del Libro Oscuro (Perdida de la habilidad)

- la próxima vez que la vea...

fizban cerro los ojos tranquilamente.

-LA MATOOOOOO

fizban se incorporo bruscamente mientras gritaba y se le prendió la túnica, con lo que se prendió también la colcha, suspirando tiro de una cuerda que tenia al lado de la cama que arrojo un gran cubo de agua sofocando las llamas.

- Es la cuarta vez que tengo que hacer esto esta semana -.- .

fizban sacudió la túnica, aquella túnica ignífuga fue un gran regalo de su primer maestro después de que hubiese quemado una decena de túnicas.

- sera mejor que aprenda a tranquilizarme.

fizban se levanto de la cama y salio de la habitación cerrándola de un portazo.

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Fizban volvio a su habitacion y descargo ahi la bota de vino y el oro de la mision.

- Tengo que encontrar a la loca de mi jefa...

fizban se tumbo sobre la cama y cerro los ojos.

- Aver, como puedo pedirselo....

fizban penso durante unas tres horitas en silencio y por fin se levanto.

- Mmm claro...

fizban se levanto y se dirigio hacia el pasillo de los despachos de los jefes.