Habitación de Arstan

fizban toco a la puerta y se adentro en la habitación justo cuando arstan se removía y se levantaba.

- valla, menos mal que no he tenido que despertar a una marmota como tu sir viejo.

fizban se coloco al lado de la cama y se sentó en el suelo.

- me han dicho que la jefa ladrona te a dado un palizon

Sin inmutarse Arstan le miro y con una sonrrisa le respondio agudamente.

- Si pero almenos a mi no me a robado nada como le paso a otro que yo me se.-

- baaaa se le puede perdonar, estaba demasiado buena como para decirle algo

fizban se rasco la barbilla distraido

- pero eso si, si la veo tengo qeu pedirle el libro, apenas pude leerlo

Incorporándose en la cama miro a Fizban con un gesto irónico.

- Ya, ya… cuando se lo pidas ya me contaras que te hace.-

Bajando de la cama comprobó sus heridas sorprendido, porque ya estaban cerradas completamente y no había ni rastro de ellas.

- Hummm, veo que hay muy buenos magos curanderos por aquí.-

- se se se ahora vamonos viejo, hay trabajo que hacer

fizban se levanto y se fue hacia la puerta.

- te espero frente al tablon.

tras decir esto fizban salio disparado hacia el tablon

Encogiéndose de hombros Arstan siguió a Fizban sin darse muchas prisas.

- ¡¡¡Corriendo, van a todos lados corriendo!!!... esta juventud de hoy en día no tiene ningún respeto por la gente mayor…-

Arstan entro en la habitación suspirando entre agotado y aliviado mientras se estiraba cuan largo era en su cama con un gruñido de satisfacción.

- Vaya ya era hora.- murmuro con voz ronca por el cansancio.

Llevaba varios días agotado casi sin dormir, ya que nada más llegar del largo viaje en zepelín, se había ido a informar a sus superiores sobre el éxito de la misión y para darles la parte de la recompensa que les per tocaba, en un intento de que no pasase lo de la ultima vez, y aquella extraña muchacha volviese a presentársele de improviso.

Relajándose completamente, Arstan dejo a un lado el estrés de los últimos días y cerrando los ojos se sumió en un profundo sueño reparador.

A su lado, apoyada en el cabezal de la cama, su espada comenzó a brillar, con pulsaciones eléctricas, como los latidos de un corazón.

Fizban abrio la puerta de un portazo y coloco una emsa portatil enfrente de la cama, saco una pekeña sillita y despues de sentarse saco una baraja, empezo a removerla mientras le preguntaba a arstan.

-Que te gusta mas poker cubierto o descubierto?

Arstan entreabrió uno de sus ojos y le miro de manera fulminante.

- Me gusta más cuando no hay póker.- restallo con voz atona.- ¿Que es lo que se supone que quieres? Por que espero por tu bien que no haigas venido aquí por una frivolidad como esta…-

-Pues claro que no, me ofendes.

fizban puso voz de ofendido y giro la cabeza hacia otro lado.

- Había venido a desplumar a un amigo de todo su dinero y luego a retarle a un combate para que lo recuperase.

Arstan le miro enarcando la ceja.

- Pues lo llevas mal porque no llevo el dinero y si lo hubiese tenido, te habría sido totalmente imposible sustraérmelo gracias a las poca discreción de tu entrada triunfal.-

- Desplumartelo jugando al poker qeu eso si es legal, pues bueno, si no tienes dinero, te apeustas esa espada tan bonita que tienes?

fizban señalo la espada con un dedo mientras sonreia

Arstan sonrió con ironía y respondió inmutable.

- Apostarla no pero si quiere puedo enfundarla en su estomago querido amigo.-

Como si apoyase la opción la espada restallo eléctricamente de manera elocuente.